18 abril 2011

parar

viajar te enseña a reconocer la impermanencia de la vida, la fugacidad de las cosas.
arturo martínez.
últimamente estoy obsesionada con la impermanencia, con la sensación constante de movimiento, la increíble capacidad de adaptación al cambio que hemos desarrollado en el último año. a veces parece que el tiempo se va escurriendo. es frustrante: son tantas las experiencias concentradas en un periodo tan reducido que es difícil entregarse y tener emociones plenas. últimamente tengo la sensación de que la vida consiste en ir catando los momentos: saborear, decidir que algo es malo o bueno y descartar o engullir el resto.
por otro lado esta primavera se está cebando con mi melancolía. echo de menos -normal- personas y cosas; pero también echo de menos el pasado. supongo que viajar tanto en autobús me permite tener tiempo para hacer un repaso de mi vida y darme cuenta de que todo pasa demasiado rápido.

***

creo que ha llegado el momento de parar. mirando mi plan para los próximos cuatro meses parece absolutamente imposible. pero voy a hacer un intento. por lo menos para quedarme con algo de esta época y echarla de menos en el futuro. no quiero que pase sin enterarme.

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