24 febrero 2011

killin' the morriña

es posible que ya hayáis visto el último post de markus: sleep-o-rama 2011. es posible que ya os hayáis imaginado que tener un bebé con jetlag se hace cuesta arriba (me cuesta seguir diciendo bebé con lo grande que está).
lo que yo no me imaginaba es que, en una de esas de leah-se-despierta-a-las-5, me iba a dar por ponerme a hacer pisto. y pan. y porque markus estaba malo, que si no le había hecho unos huevos rotos para desayunar.

así que ahí estaba yo ayer, a las 7 de la mañana, picando pimiento y cebolla como una campeona.



he de confesar que para mí hacer pisto supone una especie de "test de paternidad". me explico: mi madre hace un pisto impresionante, mi abuela hace un pisto sobrecogedor, mi bisabuela hacía un pisto de enciclopedia y, según me han contado, mi otra abuela hacía un pisto excepcional.
y claro, con esos antecedentes, no podía salirme mal.



pero bueno, ahora que ya está hecho y he empezado a acumular galones en esto del pisto, puedo decir que cumplí con las expectativas y me he auto-ascendido a la categoría de "grandes cocineras de la familia".



hasta incluso markus, después de llevar un día sin probar comida porque se puso malo, después de probar la primera cucharada se levantó, se fue a la cocina, trajo el bote, se lo puso al lado del plato y estuvo tirando de ello toda la cena. un exitazo.

os daría la receta, pero es secreto de familia. la próxima vez os invite a cenar avisadme y hago un pisto nuevo.

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